Por Jorge Zamorano *
Miami – Manuel Noriega no logró el miércoles persuadir a un juez federal a que niegue la solicitud de Francia de extraditarlo para enjuiciarlo allá por acusaciones de lavado de dinero.
El juez federal de distrito Paul Huck dijo que aceptaba los argumentos emitidos el año pasado por otro juez de que el status de prisionero de guerra conferido al ex dictador panameño no impide su extradición a Francia.
Huck también dictaminó que Francia había aportado suficientes garantías de que Noriega sería tratado como prisionero de guerra bajo las convenciones de Ginebra, si bien Francia no prevé considerarlo como tal.
“¿Qué más podía pedir?”, dijo Huck en la audiencia. “Obtendrá los mismos beneficios de los que ha gozado aquí, como prisionero de guerra aquí”.
El dictamen permitirá que los abogados de Noriega apelen su extradición. Abogados estadounidenses dicen que Noriega no será extraditado hasta que se concluya dicho trámite legal.
Noriega, de 73 años, completó en septiembre su condena carcelaria en Estados Unidos por narcotráfico. Esperaba regresar a Panamá tras ello, tras haber estado bajo custodia estadounidense desde 1990, cuando fue capturado por el ejército de este país durante una invasión a Panamá para derrocarlo.
Mientras estaba condenado en Estados Unidos, Noriega fue sindicado en Francia de haber lavado más de tres millones de dólares procedentes de la droga en bancos franceses.Las autoridades de ese país han dicho que habría nuevo juicio para Noriega, que se enfrentaría a una condena de 10 años.
Pese a los reveses legales, los abogados de Noriega, Frank Rubino y Jonathan May, le pidieron a Huck otra revisión, que se centrara sobre todo en las garantías que ofrece Francia. Argumentaron que no era suficiente que tal garantía haya sido emitida únicamente en un cable diplomático secreto al Departamento de Estado, quien toma la decisión final sobre la extradición.
“Me siento menos optimista sobre lo que van a hacer los gobiernos en el futuro sin que se comprometan ahora”, dijo May. “No compartimos la seguridad de la corte”.
Cronin, sin embargo, dijo que Francia “se comportará de la misma manera que Estados Unidos se ha comportado en los más de 15 años pasados”.
Noriega se encuentra en confinamiento solitario en una prisión cercana a Miami, tiene el derecho a vestir su uniforme e insignia, acceder a la televisión y ser monitoreado por grupos de derechos humanos internacionales.
El juez distrital William Hoeveler declaró a Noriega como prisionero de guerra tras ser convicto, pero Hoeveler dictaminó el año pasado que el ser prisionero de guerra no impedía la extradición.
Panamá también quiere a Noriega. Fue sentenciado en ausencia por enriquecimiento ilícito, corrupción y asesinato de oponentes políticos. Lo sentenciaron a 60 años en la cárcel, pero bajo las leyes panameñas, sólo cumpliría una fracción de esa condena.
“Creemos que toda esta situación ha sido orquestada por Estados Unidos porque no quieren que vaya a Panamá”, dijo May.
En Panamá, el canciller Samuel Lewis Navarro dijo que su país seguirá tratando de obtener la extradición de Noriega, “dado que hay causas pendientes de cumplimiento de las condenas que tiene el ex general en nuestro país”.
Reiteró que Panamá ya ha solicitado la extradición de Noriega a Estados Unidos, pero que respeta las decisiones que tome la justicia de ese país.
“Manuel Antonio Noriega es del pasado de este país, y Panamá es diferente a la nación que dejó hace 17 años. Ya no nos manejamos con temores, rumores ni con conspiraciones. Somos democráticos y con todas las libertades para que todo el mundo se exprese como quiera, un país totalmente diferente”, manifestó.
* Jorge Zamorano, periodista de AP en Panamá. puplished by Yahoo
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